| SINÓPSIS |
Esta es una pesadilla urbana. Ocurre en Madrid, en verano, en medio de una sofocante ola de calor.
El inspector de un grupo de homicidios despierta una mañana en una casa que no es la suya, en una cama que no es la suya y al lado de una mujer desconocida, empapado de sudor. Padece una resaca tremenda, algo habitual en él, y no recuerda nada de lo ocurrido en esta última noche. Absolutamente nada. Abandona la casa como un ladrón, con la angustiosa sensación de que esta noche ha sucedido algo grave.
En un deplorable estado físico y mental se presenta en Comisaría. Debe investigar un asesinato que ha tenido lugar esta noche.
Se traslada al escenario del crimen. Casualmente en la misma calle donde él ha amanecido. Y comienza la investigación... Lo que en un primer momento es una agobiante sospecha, empieza a tomar forma. Todos los indicios de su investigación le señalan a él como autor del asesinato. Sin embargo, no existe móvil. Jamás conoció a la víctima, ni de referencia. Pero poco a poco, empieza a verse arrastrado por el esclarecimiento de los hechos.
Por una parte, sus compañeros sospechan primero de su actitud, luego del método de investigación y por último de su posible implicación. Por otra parte, su vida familiar, ya un tanto deteriodada, se ve marcada de forma irremediable por los sucesos de esa noche. Y además, el creciente sentimiento de culpa le lleva a relaciones con la familia de la víctima, sobre todo con su hermana... Necesita redimirse desesperadamente, sin saber cómo. Hasta que elementos ajenos terminan de complicar esta precaria situación. La mujer que pasó esa noche con él reaparece dispuesta al chantaje, un posible testigo toma cartas en el asunto, se vislumbran otros.
Las clavijas empiezan a cerrarse en torno a nuestro protagonista, un hombre atormentado por la culpa, pero que no puede sentirse del todo culpable. La única solución a su alcance es demostrar su inicencia... o culpabilidad. Y esto no lo descubrimos |
