Siempre te amaré

Fernando Andrade es sin duda el ídolo máximo del automovilísmo, cuyo único objetivo es ser el primero y el mejor en lo suyo. Pertenece a la esciudería de Enzo Minnelli, un industrial excéntrico cuya pasión son los coches de carrera. Fernando es su mejor hombre y lo admira, pero a la vez lo desprecia y envidia, cuando se da cuenta de que su hija Elisa está enamorada de él y que Fernando la trata como un pasatiempo más. Fernando conoce en el circuito a Julia, amiga de Minnelli, y tratará de conquistarla para luego rechazarla y demostrar así que es más fuerte que Minnelli. El día del Campeonato Internacional Fernando sufre un accidente espectacular y es llevado al hospital sin conocimiento, Cuando regresa a casa con la venda en los ojos, cree haberse quedado ciego, y la angustia le produce una inexplicable parálisis. Cae en una profunda depresión y es internado en una clínica privada mantenida por religiosos. Allí es atendido entre otros por María, una muchacha que le devuelve un rayo de esperanza y de la que se enamora de verdad.

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