Shadows in the Night

El Dr. Ordway (Warner Baxter) recibe una visita inusual durante una lluviosa noche: se trata de una mujer (Nina Foch) que dice estar al borde del suicidio debido a las extrañas y pesadillescas experiencias nocturnas que viene llevando. Ordway, que ha efectuado el juramento hipocrátrico pero que no es ningún filántropo, le recomienda que vuelva a su casa, que al otro día acudirá a visitarla. Tal cual lo prometido, al otro día, el protagonista se apersona en la finca de su paciente, para encontrarse con una serie de personajes sumamente sospechosos: - El casero (Ben Welden). - Un actor fracasado (Lester Matthews) y su esposa (Jeanne Bates) - El abogado de la chica (Minor Watson) - El novio de la chica (Edward Norris) - Un tío medio loco (el siempre sospechoso George Zucco), que en sus ratos libres se dedica a descubrir inventos que revolucionarán al mundo. La cuestión, planteada desde el vamos, es que uno de estos individuos trata de volver loca a la protagonista. Con la aparición de un cadáver se suceden varias idas y vueltas, de las que un policía y un forense (Charles C. Wilson y el petisito Charles Halton) son jueces, lo que también llevará a incluir entre los sospechosos a la propia dueña de casa. Por suerte el Dr. Ordway, en la segunda película de la saga del Doctor Crimen, tiene el buen tino de resolver el misterio, siempre aliado del usual artilugio narrativo de la "pista introducida a último momento".

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