Huellas criminales

Stephen Broderick, agente especial del FBI, es trasladado a Utah para dirigir la investigación a gran escala por el misterioso asesinato de dos niñas. Su hijo Jesé, un muchacho que tiene una extraordinaria habilidad con los ordenadores, encuentra una conexión entre las niñas asesinadas y una serie de crímenes sucedidos en los últimos años en la zona de Monument Valley. El entusiasmo de Jesé le lleva a investigar por su cuenta las pistas que encuentra, hasta llegar a la guarida del asesino. Este es un fanático demente que ha construido un arca en el desierto, donde lleva a cabo sus siniestros ritos con los restos de sus víctimas. La última es otra niña de cinco años, aún viva, que tiene como prisionera en esta particular casa de los horrores. El agente Broderick descubre demasiado tarde que el fervor de su hijo le ha llevado a la mismísima boca del lobo y ahora además de capturar al asesino, deberá rescatar a su propio hijo.

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