| SINÓPSIS |
Las gárgolas son una raza de poderosos y alados seres que defienden su hogar en el año 994 d.C. De día , están inmovilizados como estatuas en las almenas del castillo. Cuando el sol se esconde, la piedra se vuelve carne y se entregan al deber de defender el castillo. No tienen nombres propios, aunque a veces tomen apelativos para facilitar sus relaciones con los humanos. Debido a una traición, todas las gárgolas salvo seis fueron destruidas, y aquellas que sobrevivieron fueron convertidas en piedra hasta que el castillo ascendiera más allá de las nubes.
Un milenio ha pasado y ahora es 1994. Un rico empresario, David Xanatos, compró el castillo, trasladándolo, piedra a piedra, hasta emplazarlo sobre un rascacielos en la ciudad de Manhattan. Cuando el sol se puso aquél día, las gárgolas regresaron a la vida, libres del encantamiento que las tenía prisioneras. Pasan penalidades intentando encajar en el nuevo mundo, además de una desconfianza muy honda hacia los humanos, acrecentada por otra traición. Una gárgolas más sobrevivió a la destrucción del 994, Démona, en parte culpable de ambas traiciones. Su odio hacia los humanos es intenso, le corre por la sangre, y le hace tener más que malas intenciones. Las gárgolas solo tienen una amiga verdadera, Elisa Maza. Con su ayuda, las gárgolas comienzan a asimilar la vida en siglo XX, y comienzan a confiar. Abandonan el castillo y convierten la torre del reloj sobre la que está construida la comisaría de policía del distrito 23 y además trabaja Elisa, en su morada.
Durante el año siguiente, el clan se opone a fuerzas malignas tales como Démona, Xanatos, gansters como Anthony Dracon, el diabólico Dr. Anton Sevarius, el clon corrupto de Thailog, los misteriosos Iluminatti, incluso a los hijos de Oberón. En sus aventuras, hacen amigos y enemigos y pierden la "inocencia" mientras prosiguen su destino de proteger a la ciudad.
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