Gran película, aparentemente hecha para el lucimiento de un Forest Whitaker que realiza la mejor interpretación sin duda de los últimos años, pero que en realidad esconde mucho más. Es un lúcido retrato de un tirano de doble cara, sus dos horas se pasan volando, y no solamente Whitaker (para el que el Oscar y el Globo de Oro son poco premio) se luce, sino James McAvoy, injustamente olvidado, sabe plantarle cara y realiza una interpretación igualmente digna de premios. Película, en fin, muy recomendable, si no la habéis visto ya podéis ir haciéndolo.
7'5/10