País: Francia, Rusia.
Año: 2002
Título internacional: Dom durakov, House of fools
Guión : Andrei Konchalovsky
Director: Andrei Konchalovsky
Actores: Yuliya Vysotskaya, Yevgeni Mironov, Sultan Islamov, Stanislav Varkki, Yelena Fomina, Marina Politsejmako, Rasmi Dzhabrailov, Vladimir Fyodorov, Vladas Bagdonas, Anatoli Adoskin, Gevorg Ovakimyan, Ruslan Naurbiyev, Bryan Adams, Cecilie Thomsen, Tigranui Chakryan.
La locura como metáfora para hablar de la guerra, de las injusticias, de las ideas y de los sueños.
Basada en un hecho real La casa de los engaños transcurre en un manicomio que en 1996 fue invadido por soldados primero chechenos y luego rusos.
Que los locos no son los que están dentro de esas cuatro paredes sino que son los que tiran bombas afuera es como la lectura más obvia que podemos tener sobre la historia.
Si hay algo en lo que la película flaquea es en la representación de los personajes secundarios, noy hay perfiles, no hay historia, no hay antecedentes, sólo los vemos pasar por pantalla cual caricaturas en algunos casos, haciendo bajar notablemente el nivel general.
Pero que Zhanna, la protagonista, esté enamorada de Bryan Adams y le haya jurado amor eterno me alcanza.
Que una de las pacientes esté contenta con la llegada de los soldados chechenos, feliz por la anarquía reinante en el hospital y se la quiera jugar participando en la guerra con ellos me alcanza.
Que uno de los soldados le haya propuesto matrimonio a Zhanna ella acepte y prepare su valija inmediatamente me alcanza.
Que Zhanna con su acordeón intente alejarse de la cruda realidad y busque refugiarse en sus ilusiones me alcanza y sobra.
