Entre pillos anda el juego

A priori, las vidas de Louis Winthrope III y de Billy Ray Valentine no parecían predestinadas a cruzarse. Pero el azar las une debido al encuentro ocasional que tiene lugar a la salida del elitista Club Heritage. Mientras Louis Winthorpe, perteneciente a una estirpe de acaudalados ejecutivos con un cierto aliento racista, figura en el órgano directivo de la firma Duke & Duke, el afroamericano Billy Ray trata de subsistir de pequeños negocios sucios, o cuanto menos, de legalidad dudosa. Al tropezarse con Billy Ray, Louis pierde su maleta. Sin poder apercibirse de lo ocurrido debido a su estado de ebriedad, Louis apenas puede comprender como un individuo de raza negra del que no conoce nada, se preste a devolverle la maleta. Inicialmente, el gesto cívico de Billy Ray deja perplejo a Louis, pero pronto nace entre ellos una suerte de amistad y camaradería que les lleva a establecer una serie de negocios en común, aportando a la nueva «sociedad» sus respectivas experiencias, no precisamente provistas de una ética profesional intachable.

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