Actores secundarios

Mientras los últimos días de Allende están relativamente documentados, las marchas escolares y tomas de liceos públicos, han sido convertidas en pie de página o conservados como amarillentos recortes de diario, que como fuerza social fueron anulados por los militares primero, por los gobiernos de la Concertación después y hoy por una generación de colegiales que apenas saben que existieron. A veinte años de dichas protestas, Actores Secundarios mezcla un ciego romanticismo y la complicidad con su actual escepticismo. En los liceos como espacios de construcción de lo cultural, la denuncia estaba presente, sin embargo, dada la juventud de los integrantes, el carácter doliente de la denuncia era escaso. De hecho la denuncia se revestía fuertemente de rabia, más que de llanto.

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